Dos chinos que se hallaban en Europa fueron por primera vez al teatro. Uno se ocupaba en comprender el mecanismo de la maquinaria, cosa que consiguió. El otro, pese a desconocer el idioma, intentaba descifrar el sentido de la obra. Aquel se asemeja al astrónomo; este, al filósofo.
Entre junio y julio de 1977, la editorial Dopesa inició la publicación de una serie de pequeños volúmenes —los llamados “libros mosquito”, de alrededor de cien páginas— concebidos con un propósito inequívoco: divulgar nociones básicas de cultura política entre una ciudadanía que salía de cuarenta años de dictadura y que, en junio de ese mismo…